Misión de Concá

La Victoria de la Fe
Este poblado de la Sierra Gorda ubicado en la orilla de la entidad hacia el norte, se localiza a 40 km. De la ciudad de Jalpan, esta dedicada a  San Miguel Arcángel y nos regala la Misión más pequeña, maciza y quizá la menos espiritualizada y lírica con más rasgos indígenas que podamos ver en el arte barroco.

El vasco Fray Antonio de Murguía fundador de esta Misión y discípulo del Padre Serra, supo con toda sabiduría generar una fachada con una rica simbología que robustece la fe católica.

Su torre es solo de un cuerpo y es la más pequeña de las cinco. La originalidad de Concá fue el haber sabido subordinar el patrón de la iglesia con la noción teológica fundamental, la propia materia del credo, La Trinidad.

San Miguel vence al demonio y lo tiene encadenado, San Fernando triunfa sobre la herejía y se pone al servicio de una majestad más excelsa. San Roque triunfa ante el mal e intercede por nosotros.

San Francisco ha seleccionado sus armas predilectas el Crucifijo y Dios, representado por el cordero y San Antonio el “Santo Milagrero” le acompaña. Debemos asociar a San Fernando y San Francisco como patrones de los misioneros encabezados por Fray Junípero.

Cuatro santos a imitar, para vivirlos según la fe, intercesores para aplacar la justicia divina.
Veamos pues como las dos primeras partes nos señalan la lucha en la tierra contra la herejía, en la tercera parte, la lucha se va a los cielos con San Miguel. Así a San Miguel como ejemplo de lucha que nos conduce a la felicidad eterna.

Las águilas imperiales nos recuerdan el precepto evangélico, dar al Cesar lo que es del Cesar.

En la pilastra que sostiene el arco del coro hay una placa que dice: “Esta obra se terminó el 17 de septiembre de 1754, siendo Mps. Los Ps. Apostólicos fray José Murguía y Fray Joaquín Sorio, y se bendijo después de reformada el 15 de abril de 1891, siendo el Pbro. Eustaquio Telles y el P. Ylde Ponso Cárdenas Vicario”.

 

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