MISION DE LANDA
La ciudad de Dios

La Misión de Santa María del Agua de Landa también es conocida como de la virgen de la Inmaculada Concepción a quien esta dedicada, se localiza a 20 km de Jalpan, en la cabecera municipal de Landa Matamoros.  

La fachada de Landa.
Esta fachada, que guarda un gran parecido a la de Jalpan, por varios aspectos, sus tamaños y lo estético, pero sin duda valoremos el paso de los años y la diferencia artística que es más notoria.

Además de ellos los frailes franciscanos dejan una inédita rubrica y el reflejo notorio  de sus predilecciones en la ultima de sus misiones, ahí lo hemos visto mediante su madre, la Inmaculada Concepción, a San Francisco y los cuatro santos de la columna de la observancia, a San Miguel y aquellos estudios y protectores de al orden, Duns Escoto y María de Agreda. Vemos la iglesia universal con San Pedro y Pablo y a Cristo en estos tres mártires, así como los escudos de los franciscanos.

Vale la pena resaltar el patronazgo de la Inmaculada Concepción que se da desde 1761 en España, ahí con ella al centro la vemos con la ayuda de San Miguel venciendo al demonio a una madre protectora de la iglesia.

La sangre de los tres mártires, sin excusa, cimiento la fe de Jerusalén y España.

Los medallones de Jesús son dos cuestiones de gran valor  y opuestas, una de triunfo y otra de dolor, si fuera la primera entrada a Jerusalén,  de lo contrario es la confirmación del martirio.

Landa pues, es una ciudad de Dios, vemos a Cristo, a su madre, arcángeles, a los apóstoles y mártires, a monjes y escritores, una verdadera ciudad.

Detalles Esculturales
Esta joya barroca, que para muchos es la más artística de las cinco, y para otros la más destacada por el franciscanismo ahí estampado cuenta al igual que las otras con un conjunto conventual similar, su atrio y las tres monumentales arcadas, su cruz atrial, la capilla abierta, su torre y cuerpo de transición, el claustro muy cambiado y lo que fue su huerta.

En su interior tenemos medallones en el techo de la nave principal iniciando con San Miguel Arcángel, con su tradicional iconografía, seguido por Juan Duns Escoto expuesto  de una manera por demás didáctica presentado con sus manos sosteniendo en una la Inmaculada Concepción y en la otra una pluma misma con la que a través de la escritura defendió incansablemente el dogma de María. Y de nueva cuenta San Miguel al centro del transepto de otros dos arcángeles muy reconocidos, Rafael y Gabriel.

 

 

 

.